Decoración Medieval

Descubre nuestra nueva categoría de Decoración Medieval, una colección de piezas exclusivas que transportan el encanto y la fuerza de épocas pasadas a cualquier espacio. Con productos que van desde imponentes cañones en miniatura hasta detalladas armaduras, cada elemento ha sido diseñado con la misma dedicación y autenticidad que caracteriza a Kolser. Los plafones con llave y apoyalibros se suman para proporcionar toque histórico en su hogar, evocando la atmósfera de castillos, caballeros y fortalezas medievales.

En Kolser, nos enorgullece presentar esta línea que celebra la herencia medieval, donde cada pieza es un tributo a las tradiciones y el arte de aquellos tiempos. Más que simples objetos de decoración, estas réplicas representan la historia y el legado de una era de poder y nobleza, ideales para coleccionistas y amantes de la cultura medieval.

Catálogo de Decoración Medieval

Otras Réplicas de Armas

Preguntas Frecuentes

Según cuenta la leyenda, Excálibur fue arrojada al lago donde se encontraba la Dama del Lago a petición del Rey Arturo moribundo. Se dice que cuando el caballero arrojó la espada del Rey al lago apareció una mano blanca vestida de seda y se la llevó hacia las profundidades.

Existe una espada clavada en piedra en la vida real. Esta se encuentra en Montesiepi (Italia), y se dice que perteneció a San Galgano, quien la clavó en el suelo tras renunciar a su vida de caballero.

La espada es un arma blanca de doble filo, cuenta con una hoja recta cortante y una empuñadura. Para ser considerada espada, la hoja debe tener al menos 50 cm de longitud.

La diferencia principal entre una espada y un sable se encuentra en el filo de la hoja. Las espadas cuentan con una hoja recta de doble filo, mientras que la hoja de los sables es ligeramente curva y, generalmente, de un único filo.

La espada Durandarte es conocida no solo por su filo excepcional, sino también por las reliquias sagradas que adornan su hoja, según las leyendas. Entre ellas, se dice que contenía un diente de San Pedro, un poco de la sangre de San Basilio, y cabellos de San Dionisio. Estas reliquias le otorgaron un aura de poder místico y protección divina, convirtiéndola en un arma no solo poderosa físicamente, sino también espiritualmente.

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