De la misma forma en que las iglesias románicas decoran la ciudad de Segovia, kolser quiso destacar una de las joyas del Rey Alfonso VI, elaborando esta majestuosa replica de Daga segoviana, de 27 x 5 centímetros; como pomo, tiene una corona que adorna un escudo medieval, su empuñadura tiene tres piedras incrustadas, su guarda totalmente labrada que se extiende por su hombro dando inicio a su nervo, además se engalana con un gavilán curvo que juega el papel de guarda mano. Su hoja está decorada con tallas hasta la punta de la daga. Está fabricada completamente en metal.